15 de marzo de 2012

Lectores que aún persisten a la prolongada estancia de este espacio en las telarañas espectrales del abandono. Manipulando los hilos de la realidad, la ficción se ha apoderado de mis días, como que vuelvo porque en este vagabundeo del walking around he caído a una isla, una muy distinta, que es interior y simplemente.

Cuando inicié escribiendo aquí en los añejos inicios del milenio dedicaba mi vida a las emociones, en especial tenía una filiación con la tristeza, la melancolía y las navegaciones al cuerpo de las musas. Hoy las puertas de las posibilidades ya son espacios abiertos, se han derribado ciertas torres impenetrables y las emociones se convirtieron en misterio.

Cuando los ecos vuelvan del carnaval convertidos en premoniciones, sólo entonces, me habré considerado digno de la belleza.


Divago porque es la madrugada y si me permiten una revelación, les diré que he vuelto porque en 2012 parece que los únicos paraísos serán digitales, pero extraño esa otra realidad distante, la que se podía tocar, la que estaba hecha de aire y cielos verdaderos, las manos que se tocaban para corroborar su presencia, ese momento de los años primeros de las redes que sucedían mientras nosotros estudiábamos para pertenecer a un mundo que ya se derrumbaba, no sé, son memorias que quizá sólo yo entienda o perciba, pero a ustedes me encomiendo para darle sentido.

Escribo para buscar una mano verdadera.

Otro día, quizá, seré más simple.

1 comentarios:

lunazul dijo...

..bien dicen..."ni la tecnología más avanzada podrá reemplazar la calidez de un abrazo"...como tampoco silenciara la esencia de tus pensamientos y sentimientos que nos brindan tanto convertidos en palabras, letras que nos recuerdan de lo qué estamos hechos....y nos aterrizan a lo más sublime de nuestro mismo ser....así sea en 140 resumidos caracteres habrás de compartir la medicina...ok!